Cuando pensé en dónde quería vivir cuando fuera mayor, no quería mudarme lejos. He vivido aquí 35 años y tengo una comunidad increíble. Tengo una gran red de amigos y quería seguir organizando fiestas: cenas, cócteles, vino, todo lo necesario. ¡Cocino todo!

Decidí construir una unidad adicional en mi patio y mudarme allí, alquilando mi casa principal. Le pedí a mi hijo, que es diseñador, que planificara una casa pequeña que pareciera grande por dentro. Tiene techos altos, todas ventanas y da la sensación de ser muy grande. He tenido entre 15 y 18 personas aquí.

Los ingresos por alquiler de la casa principal me han ayudado a estar más cómoda, pero la relación con los inquilinos es igualmente gratificante. Son una pareja joven de unos 30 años. Cuando la vieron por primera vez, dijeron que era la casa de sus sueños. Mantengo el alquiler razonable. Nos hemos conocido. Pagan el alquiler a tiempo y son amables. Soy afortunada.